No. No tanto. No del todo. No me terminaba de convencer, de gustar el teatro. Ir al teatro.
Hasta que no he comprendido que lo que tiene el teatro de especial, es lo real, la presencia del actor, las conexiones con el público, lo irrepetible y único del acontecimiento, no me he dado cuenta de que eso era, precisamente, lo que no me convencía. Justo eso. Que era demasiado real. Deber ser que ya no camino tanto entre nubes. Y mira tú, me está gustando.
Hasta que no he comprendido que lo que tiene el teatro de especial, es lo real, la presencia del actor, las conexiones con el público, lo irrepetible y único del acontecimiento, no me he dado cuenta de que eso era, precisamente, lo que no me convencía. Justo eso. Que era demasiado real. Deber ser que ya no camino tanto entre nubes. Y mira tú, me está gustando.
1 comentario:
jajajaja me encanta :)
de vez en cuando no se está tan mal, aquí abajo, en la tierra... verdad?
un besazo
Fdo. La lisboeta again
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