16 de noviembre de 2011

mediogris

Volviendo al mundo, o a las nubes,
del infierno;
reconstruyendo fantásticos castillos de arena sobre la tierra -el asfalto-
donde se pueda vivir
y vivir bien.
Hacia mucho tiempo que no sentía tanta violencia. Tenía un volante entre las manos y hubiera sido mucho más feliz chocando,
derramando sangre,
la mía.
Y para, respira, respira, respira, llora -al final es lo que llevas haciendo toda la semana-. Intenta imaginar que sabes hacer algo más. Que a veces, incluso, has hecho algo de lo que puedas sentirte orgullosa. Ya has vivido los momentos más bajos, varias veces, ¿por qué cojones no recuerdas cómo saliste? Alguna fórmula, truco. Una y otra vez. Lo mismo. El eterno retorno.

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